07/03/2017 Por Fundación TTM

Lucía

Y tú Lucía Af ¿qué le dirías a tu #tartamudez?

«Quiero decirte que ya NO me das miedo. Me has acompañado desde pequeña y siempre has estado ahí impidiéndome que hiciera muchas cosas que deseaba. Has hecho que muchos niños se rieran de mí, he dejado de hacer amigos por miedo a la burla, me has hecho llorar e incluso verme incapaz de cumplir mis sueños. He tenido la sensación de no poder deshacerme de ti. Hoy me atrevo a decirte que lo único que haces en mi vida es recordarme que tengo que ser VALIENTE. Eres un obstáculo más en el camino que debo sortear y superar. Igual que muchas otras cosas que nos impiden avanzar, pero que una vez superada la barrera que no nos deja seguir adelante, nos hacemos más fuertes. Nada se regala en esta vida y si se regala, cuidado. Lo que merece la pena no suele ser tan fácil. Todos tenemos barreras que romper en nosotros mismos para llegar a conseguir lo que deseamos. Cada uno tenemos nuestras particularidades. A algunos les sale un lunar en la punta de la nariz, otros tienen las orejas chiquitas, otros grandes, unos tienen la voz aguda, otros la voz grave, unos tienen el pelo rizado, otros liso, unos son altos, otros bajos, a algunos les gustan las chicas a otros los chicos,… Y así podríamos seguir. La vida nos enfrenta a todos y todas a diferentes retos.

A las personas con tartamudez la vida nos han puesto un reto duro, pero muy interesante. Tenemos mucho trabajo por hacer y bendito sea, porque si no fuera así, ¡la vida sería aburridísima! Tenemos que desarrollar una seguridad bestial en nosotros mismos, en la que no solo seamos capaces de plantar cara a nosotros, demostrándonos que SÍ valemos, sino también plantándoles cara a los que no nos ven capaz. La sociedad es a veces muy injusta e hipócrita. Hemos de demostrarles que ¡SÍ PODEMOS! Reitero que no nos van a regalar nada y si nos pueden empequeñecer, lo harán. Lo están haciendo con todos los que consideran diferentes. Se alimentan de sus inseguridades y viven acomodados en “sus perfecciones”. Pues yo me alegro de ser una persona con tartamudez, porque yo lo valgo. Soy diferente, no hay nadie como yo, tengo retos en frente y los afronto con todas las ganas e ilusión posibles. A las personas que se ríen de nosotros os digo: ¡sois unos aburridos! No comprendéis qué es la superación porque pensáis que sois infinitamente perfectos. Ya os digo, OLE nosotros y OLE la Fundación Española de la Tartamudez por la labor tan bonita que estáis haciendo. SOIS muy grandes».