Derechos y responsabilidades

Derechos

Los tartamudos tenemos derecho a:

  • Tartamudear o a hablar fluidamente hasta el punto que podamos o elijamos hacerlo.
  • Comunicarnos y ser escuchados, independientemente del grado de tartamudez que tengamos.
  • Ser tratados con dignidad y respeto por individuos, grupos, instituciones y medios de comunicación, independientemente del grado de dificultad que tengamos para hablar.
  • Que se nos concedan y respeten todos los derechos ordenados por las leyes y regulaciones correspondientes a todos los ciudadanos, independientemente del grado de dificultad que tengamos para hablar.
  • La reparación de agravios ante evidencia documentada de trato injusto o ante la falta de un trato digno y respetuoso, de acuerdo a la legislación existente.
  • Ser informados completa y detalladamente sobre programas de tratamiento, incluyendo información sobre probabilidades reales de éxito, fracaso o recaídas.
  • Recibir, de parte de profesionales debidamente capacitados, el tratamiento o terapia más adecuada para las necesidades, intereses y características de cada persona.
  • Poder elegir y participar en una terapia, derecho a elegir no hacerlo, derecho a cambiar de tratamiento o de profesional cuando lo consideremos conveniente y sin perjuicio o penalidad.

Responsabilidades

Los tartamudos tenemos la responsabilidad de:

  • Entender que los oyentes o participantes en una conversación pueden no estar informados acerca de la tartamudez y sus consecuencias o derivaciones; o que también, pueden tener diferentes puntos de vista de los que tienen la mayoría de los tartamudos.
  • Informar a los los oyentes o participantes de una conversación si uno necesita más tiempo para comunicarse.
  • Participar de manera activa y cooperativa en programas terapéuticos y/o asociaciones libremente elegidas.
  • Hacer todo el esfuerzo posible para superar las desventajas causadas por nuestra tartamudez; incluyendo la elaboración de apreciaciones realistas acerca de nuestras potencialidades y debilidades y el desarrollo de un sano sentido del humor sobre uno mismo.
  • Respetar y tratar a otros que tienen diferencias, problemas, discapacidades o desventajas con justicia, dignidad y respeto, independientemente de la naturaleza de su condición.
  • Estar consciente de la necesidad de promover el conocimiento de la tartamudez y sus consecuencias.